Hilaire Belloc, conocida como una figura central de la literatura inglesa, produjo una serie de amonestaciones asombrosas, divertidas e inteligentes para los niños. Los cuentos de este volumen, ilustrados por el inimitable Edward Gorey, contienen lecciones instructivas para casi todos.

Para aquellos niños propensos a alejarse de sus cuidadores, está la historia de un tal joven Jim, "que se escapó de su niñera y fue devorado por un león". Aquellos que se sabe que exageran la verdad difícilmente se sentirán reconfortados con la historia de Matilda, "que dijo mentiras y murió quemada". Y en cuanto a aquellos de nosotros (y nuestros hijos) que tendemos a los vanagloriosos, está la aleccionadora historia de Godolphin Horne, "quien fue maldecido con el pecado del orgullo y se convirtió en limpiabotas".

Ingenioso, brillante y sorprendentemente irreverente.